Descripción enviada por el equipo del proyecto. Este proyecto, encomendado por un cliente muy particular, se desarrolla en un barrio residencial en la zona este de la ciudad de Lima. El reto: resolver el programa y requerimientos del usuario en un terreno irregular con una doble pendiente muy pronunciada. La ubicación del lote y la vista hacia una parte de la ciudad serían determinantes para el desarrollo de la propuesta.
El principal objetivo del cliente, una señora mayor, era dar inicio a una nueva etapa en su vida y sentir un aire de renovación y modernidad. El proyecto debía responder a esta necesidad y garantizarle el confort funcional para su desenvolvimiento diario.
La idea arquitectónica era generar una volumetría moderna, transparente, minimalista con mucha luz pero al mismo tiempo incluir algunos conceptos de la arquitectura del movimiento moderno de los años 30. De igual manera todo esto debía estar dirigido a solucionar el tema de la pendiente generando una planta libre de desniveles. Se optó por tener el ingreso en el punto medio del lote y desarrollar el 75% del proyecto en este mismo nivel. El puente de ingreso, la zona social, servicio y dormitorio principal completo se ubican en esta planta, mientras que garaje y depósitos en un nivel inferior. Un segundo piso alberga un dormitorio completo de visitas para recibir a familiares que viven en el exterior.
El proyecto está compuesto por dos volúmenes que contrastan entre si. Un volumen íntegramente transparente donde predominan el vidrio y el metal, alberga la zona social de la vivienda permitiendo una vista limpia sobre la ciudad. Un segundo volumen más hermético contiene la zona privada de la vivienda. La piedra y el concreto ayudan a generar la contraparte y a evidenciar como la construcción se asienta en el cerro de una manera firme permitiendo que el volumen transparente se sienta como un elemento más libre y flotante en un entorno más pesado y rocoso.
Como parte de la idea de explotar las vistas al máximo y solucionar el tema de la quinta fachada en una urbanización donde las viviendas se escalonan en el cerro, se optó por incluir una terraza jardín en todo el techo de la zona social completando así la idea de este volumen como un gran mirador a la ciudad. Esta área forma parte del dormitorio de invitados ubicada en el segundo nivel.
Hacia el interior la zona social se integra formando un solo espacio de planta abierta siempre con la posibilidad de tener una cocina integrada con vista a la ciudad. Esta solución responde a la importancia y uso de este espacio por parte del cliente. El piso vinílico de color negro integra todos los espacios generando una continuidad cromática en la escala de blancos, grises y negros sobre la cual se desarrolla todo el proyecto. Los acentos de color rojo, en puerta de ingreso y barra de cocina, y algunos detalles como el balcón que vuela desde el descanso de la escalera hacia la fachada de piedra, le dan personalidad a la vivienda.
El resultado es una vivienda con personalidad, responsable con su entorno y la ciudad. Una vivienda que supo implantarse en un lote irregular y asegura los requerimientos de confort de sus ocupantes.